En el Perú, a menudo nos referimos a Fernando Carbajal como “el Paul Harris peruano”. Y los rotarios de Lima se referían a él como “nuestro Ches Perry”. Hay buenas razones para cada uno de tales títulos.

Fue don Fernando quien trajo Rotary a la Costa Oeste de Sudamérica, ya que en 1920 organizó el Rotary de Lima. Y fue también quien por autosacrificio sirvió 14 años como Secretario de dicho Rotary, hasta que cedió a la demanda popular y aceptó ser Presidente. Luego siguieron sus nombramientos como:

• 1935 – 1936  Gobernador del Distrito N° 71
• 1939 – 1940 Primer Vicepresidente de Rotary International,
• 1941-1942: Miembro del Comité de Rotary Internacional par Ayuda a Rotarios en Casos de Desastres;
• Presidente del Comité Organizador de la Convención Internacional de La Habana, Cuba, de 1940;
• Presidente del Consejo de Legislación de Rotary Internacional en la Convención de Denver, Colorado, Estados Unidos de Norteamérica de 1941; y:
•  1942-1943, Presidente de Rotary International.

La labor pionera en Rotary le brotaba naturalmente a don Fernando, porque siempre fue pionero. Estaba en su sangre. Su familia llegó a Lima con otras familias pioneras. Uno de sus ancestros fue Manuel Ascencio Segura, quien fue pionero en poesía y drama, que dejó una gran impronta en la literatura peruana. Más aún, Manuel fue también pionero en la arena política, siendo un integrante tempranero del Congreso, y en el campo del periodismo, reputándosele el haber sido de los primeros columnistas del diario “El Comercio”, el decano de la prensa peruana.

Don Fernando mostró desde temprano su vocación de pionero. Tenía apenas 20 años cuando se graduó en la Escuela Nacional de Ingeniería y Minas, y se lanzó de inmediato a la exploración de la selva tropical. A lo largo de los límites orientales del Perú, por las faldas de los Andes que son la columna vertebral del país, fluyen ríos que unidos forman el Amazonas. En 1900, cuando Don Fernando apenas terminaba su educación, éstos eran tierras extrañas para la mayoría de los peruanos. En tales áreas desconocidas él lidero una partida que cartografió los cursos de los ríos Inambari, Madre de Dios y Aguaytía.

En 1905, Estados Unidos de Norteamérica estaba construyendo el Canal de Panamá, y dentro de las obras se desarrollaban importantes investigaciones en materia de saneamiento y control sanitario. Fernando Carbajal se dirigió a la Zona del Canal, y trabajó allí por dos años, en diversos puestos, especialmente en el campo de saneamiento municipal. A continuación, en 1907, el Gobierno del Perú lo envió a Estados Unidos de Norteamérica y a Cuba para estudiar las mejoras en saneamiento de dichos países.

A su regreso al país se le entregó el control de los trabajos de saneamiento en el Valle de Chanchamayo. De una manera u otra, se dio tiempo para visitar Lima, y en 1908 contrajo matrimonio con la señorita Carmela Balbuena, integrante de otra antigua familia de la capital. En1909 retornó a Lima como Ingeniero del estado a cargo de obras públicas.

Perú tiene una extensa costa y muchos puertos. Los muelles de tales puertos estaban bajo el cuidado del Departamento de Obras Públicas, como lo estaban su construcción, mantenimiento y reparación, que Don Fernando tuvo a su cargo por 11 años. Sin embargo, durante tal período, de 1912 a 1923, sus trabajos exploratorios lo hicieron la elección lógica como Jefe de la Comisión encargada de establecer el límite fronterizo entre Perú y Bolivia a través de los ríos que él había explorado.

Durante este periodo ocurrió un incidente que tuvo gran influencia en su carrera. Dos empresas ferrocarrileras tenían reclamos de rivalidad y, como Ingeniero del Estado, era la tarea de don Fernando dilucidar el asunto. Una de las compañías estaba estrechamente ligada con el Gobierno, la otra no. Sin embargo, su dictamen fue en favor de la compañía sin conexiones con el Gobierno.

Don Fernando se olvidó del incidente. Él simplemente hizo su deber como pensaba debía hacerse. Pero años después, cuando la empresa telefónica estaba buscando en Gerente General, uno de sus Directores, que había sido Director de la ferrocarrilera, lo recordó. Él no conocía a don Fernando personalmente, pero sí conocía su honestidad y habilidad, y don Fernando fue seleccionado para el puesto en la Compañía de Teléfonos, que ejerció desde 1920. Aunque tal era su tarea principal, se las ingenió para además ser Director del Banco Industrial y Vicepresidente de la Candall Engineering Company of Boston.

Luego, vino su decidida intervención en la fundación del Rotary de Lima, que figura en otra sección de la presente plataforma.

Don Fernando Carbajal Segura nació en Barranco, Lima, Perú, el 1º de marzo de 1880, en el seno de una familia descendiente del ilustre autor teatral y escritor Manuel Ascencio Segura. Después de cursar sus estudios primarios y secundarios en su distrito natal, ingresó a la Escuela de Ingenieros de Construcciones Civiles y de Minas, en la cual obtuvo su título profesional en 1900, con apenas veinte años de edad. Al año siguiente, se dirigió a la zona cruzada por el río Inambari y sus afluentes, en el Departamento de Madre de Dios, explorándola detenidamente y formando la carta geográfica de la misma.

Poco después pasó a laborar al servicio de la Junta de Vías Fluviales, haciendo entre 1902 y 1903 un reconocimiento de la hoya del río Madre de Dios, confeccionando también, de manera espléndida, la carta geográfica de la parte del territorio nacional que colinda con Bolivia. Del mérito de estos trabajos científicos dice, con elocuencia que excluye todo comentario, el hecho de haber sido premiados por la “Royal Geographical Society” de Londres, Inglaterra.

En 1904, el Ingeniero Carbajal efectuó interesantes trabajos de reconocimiento general en el valle del río Aguaytía y en las pampas del Sacramento, meritoria y útil labor relacionada con los estudios del ferrocarril al Oriente.

Un año después viajó fuera del país anheloso de aumentar el caudal de sus conocimientos, bastante vastos por cierto, dirigiéndose a Panamá, donde se realizaba los trabajos tendientes a la apertura del Canal Interoceánico. Allí nuestro distinguido compatriota prestó valiosos servicios de carácter técnico, muy especialmente en el Departamento Municipal de Ingenieros, granjeándose generales simpatías por su preparación profesional, cultura general y atrayente carácter.

En 1907, el gobierno peruano, que había tenido oportunidad de aquilatar sus méritos, lo envió a Estados Unidos de Norteamérica y a Cuba con la finalidad de estudiar los trabajos de saneamiento que se desarrollaban en uno y otro países. A su regreso, tras presentar un extenso y valioso informe, se le encargó poner en práctica sus observaciones en el saneamiento del Valle de Chanchamayo, que estudió al mismo tiempo que iniciaba el abastecimiento de agua potable a las más importantes de sus poblaciones. Desde 1909 hasta 1912, el Ingeniero Carbajal permaneció al servicio del gobierno como Controlador Técnico de las obras públicas efectuadas en la región por cuenta del Estado.

A fines de 1912 retornó a Madre de Dios, en esa ocasión con el carácter de Delegado Especial del Gobierno y Jefe de la Comisión Peruana de Límites con Bolivia, labor de gran responsabilidad y trascendencia que don Fernando desempeñó con singular lucimiento y profundo patriotismo. Cumplida aquella misión, de suyo delicada, el gobierno lo designó como Ingeniero del Estado para supervigilar la construcción, reparación y sostenimiento de los muelles de la República, cargo que desempeñó por siete años, realizando una labor en alto grado provechosa para los intereses fiscales y el mejoramiento de tan importante servicio, íntimamente ligado al desarrollo comercial del país.

Más adelante realizó una nueva gira por Estados Unidos de Norteamérica, recibiendo el honor de ser elegido miembro de la American Society of Civil Engineers y de la Pan American Society of the United States.

En 1920 fue llamado a colaborar con la Compañía Peruana de Teléfonos, de la cual fue nombrado Gerente, realizando una ímproba labor tendiente a la mejora paulatina y efectiva de los servicios telefónicos. En mérito a ello, sería nombrado vicepresidente del directorio de la empresa.

Ese mismo año colaboró con la formación de la Young Men Cristian Association – YMCA, y más adelante haría lo propio con el Touring y Automóvil Club del Perú – TACP, y con el Rotary Club de Lima, entre otras instituciones.